La edad de la ira

Foto David Ruano


de Nando López, basado en su novela homónima
La joven compañía: Javier Ariano, Alejandro Chaparro, Jesús Lavi, Rosa Martí, Laura Montesinos, María Romero, Álex Villazán y Jorge Yumar
Dirigida por José Luis Arellano
Teatro Conde-Duque, Madrid

No siempre se puede bordar un trabajo, no siempre se puede estar en lo más alto. Seguiremos asistiendo a las representaciones de la joven compañía aunque esta vez no nos haya gustado tanto como en otras ocasiones.

Hay algo de dejà vu en la escenografía, de aprovechamiento de ideas anteriores. También, de los registros interpretativos y de la creación de los personajes de Punk Rock, algunos de los cuales parecen totalmente reciclados de una función a otra. Y sobretodo hay un exceso de intensidad en los dramas adolescentes, responsabilidad directa del autor. La violencia familiar, el abuso sexual, la aceptación de la homosexualidad, el acoso escolar, el primer amor, el suicidio, las redes sociales... demasiada concentración en hora y media de función. Si tenemos en cuenta además que hay una limitación obvia de elenco por razones económicas, algunos personajes participan de más de una tragedia a la vez, con lo cual escalan directamente al top five de la lista del patetismo, por parafrasear a uno de los propios personajes, quizá el más auténtico, la Brenda servida por Rosa Martí.

Hasta aquí mi crítica, más bien negativa. Defiendo como cais siempre a los actores y actrices (Jorge Yumar nos hace creer que tiene sólo quince años con sólo salir a escena: brutal; Laura Montesinos es una Meri que todos hemos conocido, y el trío protagonista (Javier Ariano, Maria Romero, Álex Villazán) salva la papeleta de la confusión en la que el texto enreda a sus personajes con matrícula de honor.



Foto David Ruano
Lo más importante, sin embargo, es que el público adolescente sale entusiasmado y que seguramente es eso de lo que se trata, de asegurarse de que les gusta y de que volverán al teatro. En este punto los mayores nos hemos de callar y hemos de decir chapeau. Objetivo conseguido.

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