Un tercer lugar

Foto Sergio Parra


Escrita y dirigida por Denise Despeyroux
Con Jesús Noguero, Vanessa Rasero, Giovanni Bosso, Sara Torres, Pietro Olivera y Lorena López


Teatro Español, Madrid

El concepto tercer lugar, del dramaturgo Peter Handke, alude a ese momento o espacio raro, singular y ajeno, en el que la gente que se enamora empieza construir una relación, que fructificará o no, pero que no pertenece a ninguno de los dos, sino que es algo nuevo. 

Aquí una de nuestras autoras predilectas abandona a su suerte a su galería habitual de personajes neuróticos enamoradizos del siglo XXI, en una historia llena de ironía y de alta comedia, pero que se va llenando de amargura conforme avanza la acción. 

Denise Despeyroux tiene muchas cosas en común con Neil Labute, una de ellas es su increíble habilidad para retratar las relaciones humanas contemporáneas. Unos personajes, en efecto, totalmente identificables, con amores asimétricos, que no se quieren de la misma manera entre ellos y por ello sufren.

Seis personajes afinadísimos, iremos descubriendo las relaciones que tienen entre sí a través de quince escenas que tienen título propio: Un perro lleno de dolor o de tristeza se vuelve pendenciero, por ejemplo. Seis personajes en clave coral, aunque se puede decir que hay dos principales: Tristán (Jesús Noguero) y Matilda ( Lorena López). Ambos están chaladísimos pero son vulnerables y tiernos cada cual a su manera. Pero nos quedamos con ganas de más de lo otros, cuyas historias no se llegan a desarrollar: Carlota (Sara Torres), una abogada-psicóloga tan culta como manipuladora y su discípulo y cliente por equivocación Ismael (Pietro Olivera). O Samuel (Giovanni Bosso) que inspira terror y ternura a partes iguales y Cordelia (Vanessa Rasero), entre dos aguas.

Hay ciertos elementos autobiográficos, como la experiencia vital en Usera o la escena del teatro que dan más autenticidad al texto. un texto que esta vez nos ha parecido algo menos efectista, pero más maduro que sus trabajos anteriores.

La escenografía es preciosa y al servicio de la función: una elegante estantería llena de objetos que serán relevantes a lo largo de la función, en ángulo, y una pared translúcida.

Interesante y gran evolución, fructificación de una gran labor de años de una de nuestras autoras favoritas de la escena contemporánea. Cada día agotan entradas, y no es de extrañar.





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