Orestíada



Texto original: Esquilo

Escrita por Esa Inmigrante (Karina Garantivá)

Con Olivia Baglivi, Alberto Fonseca, Gabriel Garbisu, Nicolás Illoro, Marta Poveda.

Dirección: Ernesto Caballero

Teatro Urgente

Teatro de la Abadía, Madrid

¿Qué hacemos con tanto odio?

En la trilogía de la Orestíada (Agamenón, Coéforas y Euménides) se cuenta como las terribles venganzas y asesinatos surgidas a partir de la vuelta de Agamenón de la guerra de Troya se solucionan, por primera vez en la historia de la Grecia Clásica, en la tercera parte, como se da paso a la Justicia, un cambio de paradigma que sirve para detener la sed de sangre e incluye conceptos como perdón, ley del punto final, amnistía, presuncion de inocencia....

Aquí las tres partes se presentan en tres actos, con un Nicolás Illoro que impregna a su Orestes como una suerte de Hamlet vestido de blanco, el hijo que se debate entre vengar la muerte de su padre o perdonar a la responsable, su propia madre, en dos primeros actos muy bellos y con una iluminación muy especial. Grandes momentos que se ponen en escena con un lenguaje mucho más natural (bravo para la adaptadora Karina Garantivá) que el que estamos acostumbrados en las versiones de las tragedias griegas.

Pero el verdadero breaking point (del argumento y de esta producción) es la tercera tragedia, el juicio a Orestes, donde aparecen Atenea y Apolo como maestros de ceremonia y un consejo de sabios. Se da la luz de sala y todos nosotros vamos a juzgar a Orestes con una serie de preguntas que hace una periodista que está en primera fila (los actores se desdoblan) y otra tanda de reflexiones que hace el propio Orestes. Todo el vestuario es atemporal (ese chandal de Orestes, qué bien hallado) y sugiere que las virtudes y los defectos de la justicia no son muy diferentes ahora de la que se creó en Gracia hace más de 2.500 años.

La compañía Teatro Urgente se propone hacer teatro para pensar en su declaracion de principios, y vaya si lo consiguen. Mil felicidades para ellos.







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