Preferiríamos no hacer Bartleby
Al final sin la dramaturgia de Diego Baselga, ni la interpretación de Paula Mira
Con actores que van a hacer de ellos pero se pueden desapuntar en el último minuto aunque es posible que sean Alicia Arévalo e Iñigo Moro
Sin Hernán Romero, quien iba a hacer de Bartleby
Espero que con el diseño de iluminación de María Bianc
Con escenografía de Angélique Cormier aunque el público (si es tan amable) tendrá que terminarla
Con animaciones de Nico, una amiga ucraniana
Con música de Vaz Oliver aunque también un poco de Richard Strauss
Con una canción de Manu Pico y José Luis Buzón
Con asesoría de dirección y dramaturgia de última hora de Carolina Ocaña
Con asesoría de Carlos Tuñón desde un sofá en Polonia
Con una participación parcial de Antía Lousada
Con la presencia de la actriz-Schrödinger Alba Tesías
Con la parte técnica a cargo de Raquel Moreno Puche
Y con más participaciones pendientes de confirmar (o no)
Riki Blanco sí diseñó el cartel aunque tardó cinco minutos en hacerlo
Escrito en estado de fiebre, interpretado sin apenas ensayos y quasi-dirigido por Tomasz Borczyk
La función será grabada por Federico Giaccaglia y Munkhtulga Jargalsaikhan
Una producción no del todo de Noche de Camaleones
El Umbral de Primavera, Madrid.
El año pasado me perdí este prodigio por problemas personales a pesar de tener ya la entrada. Por sus características fue una función única, creía esta obra perdida para siempre, pero Tomasz Borczyk tuvo la genial idea de grabarla y la gran generosidad de compartir conmigo esta grabación.
Primero de todo hay que destacar la calidad de la grabación. En pandemia vi teatro grabado y compañías o teatros más grandes tenían unos bodrios de filmaciones que ni se oían ni se veían bien.
Se trata de una obra de teatro, basada en el relato de Herman Melville Bartleby y su mítica frase "Preferiría no hacerlo". Al protagonista le sucede algo parecido: durante los preparativos de la obra (no sólo en los ensayos, que es lo que ve el espectador) se le van cayendo los colaboradores con la frase "preferiría no hacerlo". La larga lista de créditos, que he querido reproducir al detalle, ilustra esta mala suerte.
Por otro lado es muy estimulante que no se sepa qué es verdad y que no lo es, que todo pueda ser inventado y todo pueda ser real. ¿Qué hay de real en los motivos que tienen los actores, por ejemplo, para dejarlo? ¿Cómo sabemos que no mienten? La obra es a su vez un canto de amor al teatro y la gente que trabaja en él, locos que se desviven por esa profesión que no les da para comer y que les obliga a malvivir en la precariedad y con trabajos diversos e intermitentes. Hay un monólogo maravilloso de Borczyk que toca la fibra en este aspecto y que de alguna manera prefigura su marcha de España.
Todo ello narrado con muchísimo humor y un sentido del ritmo encomiable, gracias a giros de guión debidamente dosificados (el casting para encontrar a Bartleby).
Es una pena, pero seguramente mejor para él, que Madrid haya perdido una figura / un figura como Tomasz Borczyk, un hombre trabajador como pocos y con una intuición artística para manejar los diferentes lenguajes teatrales y con una personalidad que hace que sus trabajos sean inconfundibles. Le deseamos desde aquí lo mejor y esperamos no perderle de todo de vista, aunque haya que ir a verle a Polonia.
Hay que agradecer también la implicación de la sala, El Umbral de Primavera, que no sólo hizo posible esta función sino que aportó con su infraestructura y medios parte del desarrollo de la misma.
Comentarios