Esto podría durar y durar y durar y durar

de Nicolás Lange.

Con María Ordoñez, David Soto Giganto y Raúl Pulido.

dirigida por Tomás Cabané.

Sala Mirador Madrid.

Interesante propuesta, premiada en su país de origen, Chile, traída aquí por Sala Mirador y Tomás Cabané.

Tres historias gay que acaban mal: los intentos de suicidio y las autolesiones de un joven en un presidio, como consecuencia del maltrato de sus compañeros, una pareja que muere inmolada en su casa de Texas, y la contratación de los servicios de una bruja indígena por parte de los servicios secretos de Pinochet con el fin de encontrar a unos homosexuales escondidos en una isla. El denominador común de estas historias, es, aparte del tema, que todas ellas son reales.

El texto es lírico y poético, pero Tomás Cabané se esfuerza en mostrarnos el lado salvaje y violento de la homofobia, bien combinado y sin estridencias. Todos los episodios tienen un registro ligeramente distinto (y disfruté de ellos por igual, pero me sorprendió mucho el realismo mágico del último) y son trenzados por una narradora omnisciente que interpreta Maria Ordóñez, que también toca la guitarra eléctrica.

Maravillosos y tiernos los actores, es de esas funciones que pasan muy rápido por las emociones que nos hace sentir. Felicidades a todo el equipo.