El rey león
Con la bendición de Elton John y Tim Rice
Teatro Lope de Vega, Madrid
No es muy habitual que hablemos por aquí de grandes superproducciones. Sucede que cuanto más grandilocuente es el contexto, menos interés tiene el trabajo dramático y más hay que valorar otras cosas, de las que no nos gusta tanto hablar, como el vestuario, las marionetas, las sombras chinescas o los efectos especiales.
Sin embargo también es cierto que uno no puede ser muy quisquilloso con algo que le ha salido gratis y pasaré a valorar los puntos fuertes de esta función.
Se han puesto todos los medios artísticos y materiales para que lo que vemos en Madrid sea lo mismo que lo que se ve en Londres o Nueva York, y casi se consigue si no fuera porque la competencia en esas ciudades es brutal y lo que vemos allí siempre es lo mejor entre los mejores. Pero casi se consigue. Es un espectáculo total, con muchas artes integradas, y todas a la altura. El trabajo de vestuarios y máscaras está sublimemente integrado y la tarea de hacer hablar, bailar y cantar a animales se transforma en algo maravilloso por lo tremendamente realista que resulta en un universo muy bien definido y coherente.
El cambiante elenco está muy bien coordinado para que salga bien algo que se parece bastante a una maquinaria de relojería.
Como puntos negativos es familiar/infantil (en el sentido de tratar a los niños como tontos) hasta decir basta y es tan previsible que hasta las canciones se pueden adivinar sin haberlas escuchado antes.
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