Ternura Negra (La pasión de Maria Estuardo)

escrita y dirigida por Denise Despeyroux

con Ester Bellver, Fernando Cayo y Joan Carles Suau

Visto en laZonaKubik, dentro del festival de teatro Surge Madrid.

"Las verdades completas son como los fantasmas: no existen. Pero dan mucho miedo, como los fantasmas".

Definida por su autora como comedia histórica de terror romántico, nos será fácil comprender lo inclasificable que es esta pieza, que a su vez es representativa del mejor teatro alternativo que se hace en Madrid (no me cansaré de decirlo, lo mejor que se hace en este momento en la ciudad).

Una actriz (magnífica Ester Bellver) ensaya en su buhardilla una versión de la vida de Maria Estuardo. Obsesionados con el rigor histórico, el director de la obra (Fernando Cayo) se encuentra en el castillo de Tutbury, donde aprovechando una sesión de ghost hunting intentará entrevistarse con el fantasma de la fallecida reina de los escoceses. Se comunican con Skype.

El director también piensa que un actor joven es la persona más indicada para representar a la reina Isabel I de Inglaterra. Este actor no es otro que Hugo, el niño índigo, un personaje rescatado de otra función de la autora, Carne Viva, y que resuelve un elegantísimo y arrollador Joan Carles Suau. Sólo por ver su primera aparición, en el segundo acto, vale la pena ver esta obra.

Esta aparente complicación argumental no lo es en absoluto gracias a la eficacia del texto y el buen hacer de todo el equipo (gran trabajo de simulación de realidades virtuales que no lo son en el escenario, en vestuario, en iluminación, etc.) El tema y el argumento van confluyendo y adquiriendo sentido a lo largo de las casi dos horas de función que pasan muy rápido: la falta de cariño en la sociedad contemporánea, cuantas veces dejamos de decir que nos queremos. 

El personaje de Maria Estuardo da mucho de sí (Lope de Vega, Mike Oldfield, y evidentemente el drama romántico de Friedrich Schiller y la biografía más reciente de Stefan Zweig están presentes en toda la obra). Pero el mérito de esta maravilla es que la protagonista se funde e identifica tanto con el personaje histórico que descubriremos nuevos rincones de su alma, nuevas facetas. 

Hay que verla, programadores, recupérenla para el público general.