Fortunata y Benito

Foto @ David Ruano


Escrita y dirigida por Laila Ripoll
La Joven Compañía. En esta ocasión: Zhila Azadeh, Cristina Bertol, Eva Caballero, Yolanda Fernández, Julio Montañana Hidalgo, Juan Carlos Pertusa, Jorge Yumar

Teatros del Canal, Madrid 

Unos estudiantes van en metro y una de ellos desconecta poniendo su propia música para estudiar un examen de literatura en el que le entra Galdós. En una ensoñación, nos transportamos a un tranvía donde le va a entrar, de otra manera, un joven Benito (Juan Carlos Pertusa), delgado, que le va a explicar y enseñar cómo entender su mejor novela, Fortunata y Jacinta.

El otro día hablabamos de lo difícil que es adaptar una novela a los escenarios y aquí ocurre el milagro y Laila Ripoll (en su primera colaboración con La Joven) lo consigue. ¿Cómo? 

Primero, entendiendo a qué audiencia se dirige: el público joven del siglo XXI, contextualizandolo de un modo sencillo pero terriblemente eficaz. Créanme ustedes si les digo que a 700 adolescentes a oscuras no se les calla fácilmente y esa magia ocurre en los primeros dos minutos. En segundo lugar, recortando y enfatizando los prototipos tan madrileños y tan universales que nos expone el genial escritor. Quien no conoce a un Juanito Santacruz, por ejemplo (interpretado por un esplendoroso Jorge Yumar).

Foto @ David Ruano

Una Fortunata (Eva Caballero) que nos recuerda a Rosalía, música trap mezclada con zarzuela o una pelea de gallos entre Juan Santacruz y Maxi Rubín atraparían a cualquier público, pero a un público joven les arrebata. Todo ello muy bien contextualizado, con un uso inteligente de proyecciones y con el sencillo artificio de colocar a unos personajes en el siglo XIX y a otros en el XXI, a la vez y en dos planos narrativos (aunque en algún momento se traspase esa línea, ahí lo dejo que no se lo voy a explicar todo).

Foto @ David Ruano

Todo funciona al dedillo, el alumnado y los adultos, que también estábamos allí presentes disfrutamos al máximo. Dos horas que pasan volando.

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