El peso de un cuerpo
Con: David Marcé, Laia Marull, Carles Pedragosa y Sabina Witt
CDN, Teatro Valle Inclán, Madrid.
Esta obra sirve de catarsis a su autora, que ha pasado por la situación que se plantea, tal y como se explica en el programa de mano.
Una mujer de mediana edad se ve obligada a llevar a su padre a un centro socio-sanitario (gran eufemismo del mundo real) ya que éste sufre una enfermedad neurodegenerativa y vive en un cuarto piso sin ascensor. Las ayudas por dependencia llegan con cuentagotas y con una lentitud exasperante. Llega a perder el trabajo y saca las fuerzas de la poca gente que conoce en este duro camino: una vecina transexual o un empático celador de hospital.
En una sociedad en la que vivimos cada vez más años pero que paradójicamente no está preparada para ello, ¿quién cuida al cuidador?
El peso de la función lo lleva Laia Marull, que además se desdobla en sus hermanas en una falsa pero muy efectiva videoconferencia. Los otros intérpretes también se desdoblan en varios papeles, con unas transiciones musicales que nos dejan respirar por unos momentos antes de volver a la dura realidad.
Un texto muy bien escrito, que sale del fondo del alma de su autora, pero que denota experiencia en su redacción y elaboración, en la dosificación de drama y comedia, esa comedia que ayuda a sobrevivir. El ritmo es óptimo y no hay momento para el aburrimiento.
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