Volar es humano, aterrizar es divino

 

Escrita y dirigida por Enrique Piñeyro

Interpretada por Enrique Piñeyro, Fernando Margenet, Patricio González Ericsson y Roberto Servera

Teatros del Canal, Madrid 

Enrique Piñeyro es además de cineasta, piloto de aviación civil y médico. Si añadimos que tiene una cierta edad está claro que tiene mucho que contarnos: sobre la irracionalidad del miedo a volar, el valor positivo del error y su incorrecta penalización, la aproximación a la medicina muchas veces equivocada, la necesidad de perfeccionar nuestra sintaxis... Todo ello con mucho sentido del humor, por supuesto, y con un cierto grado de teatralización (espectacular la escena inicial con el avión rotando).

La obra en realidad va de "Just Culture", de cultura justa, que es aquella en la que no se castigue a los operadores y demás personal de primera línea por sus acciones, omisiones o decisiones cuando sean acordes con su experiencia y capacitación, pero en la cual no se toleren la negligencia grave, las infracciones intencionadas ni los actos destructivos. 

Los errores son consustanciales a la actividad humana, errar es humano, y dado que los errores pueden tener consecuencias muy graves, en aviación se intenta que los errores nos sirvan para aprender y no para culpabilizar al que los comete, sea éste una persona o una organización siempre que no haya dolo o negligencia grave.

Piñeyro nos ayuda a entender cómo esta filosofía ha convertido volar en una de las actividades más seguras que existen.

¡Cuánto habriamos avanzado en otras actividades si las personas que cometen errores pudieran tan ser libres de ponerlos de manifiesto para que sirvieran a los demás para aprender de ellos como en la aviación! Eso de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra será en otros lados...

El público, invitado a participar desde la grada dando su opinión, lo pasa en grande y el tiempo pasa volando en un espectáculo que lleva varios años rodando y que se va actualizando. 



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