El sueño de la vida



de Federico García Lorca y Alberto Conejero  


Con Dafnis Balduz, Ester Bellver, María Isasi, Raúl Jiménez, Daniel Jumillas, Jaume Madaula, Juan Matute, Antonio Medina, Chema de Miguel,  Koldo Olabarri,  Sergio Otegui, Juan Paños,  Luis Perezagua, César Sánchez, Nacho Sánchez, Emma Vilarasau

Músicos: Miguel Huertas e Iván Mellén 


Dirigida por Lluís Pasqual 

Teatro Español, Madrid

-Tú no me dirías nunca la verdad.
-Ni nadie; pero te cantaría la mentira más hermosa.


Para los que no conozan la gestación de esta producción vamos a poner por aquí los antecedentes. Federico García Lorca dejó la Comedia sin título inconclusa por su muerte pero había hablado con sus allegados de algunos aspectos de la misma. Alberto Conejero, uno de nuestros mejores autores,  maravilloso e impregnado de Lorca, se une a Lluís Pasqual, seguramente quien sabe más de la obra del autor granadino en este país, para esta recreación de como podía haber sido la comedia completa. Cabe añadir que el prodigioso Nacho Sánchez parece haber nacido para interpretar al director, el alter ego del Poeta, por físico y por su enorme talento.

El primer acto, el que ya conocíamos por versiones anteriores del propio Pasqual u otros, no por conocido deja de tener fuerza y sorprendernos otra vez. La revolución está fuera, la verdad está llamando a la casa de la mentira. Y por qué vamos al teatro a ver qué pasa, en vez de a ver qué nos pasa. Potente. Pasqual recupera elementos y escenografías de su primer montaje.

Siguen el segundo y el tercer actos, los escritos por Conejero. Lorca había hablado de un ejército de ángeles vestidos de faralaes, pero Conejero se inclina por el verbo, por la poesía. Hay algo de confusión en la metateatralidad de la propuesta, pero quien no arriesga no gana y aquí se gana, indudablemente. Qué bueno, por ejemplo, Sergio Otegui, representando el patriarcado y el fascismo. Maria Isasi, su mujer maltratada, es pura Bernarda. O los varios momentos de Emma Vilarasau, que a mí me recordó a Núria Espert (nos gustó mucho cuando muestra a la madre del tramoyista "la mejor manera de conmover"). Todo el elenco está estupendo.




No deja indiferente a nadie, comulga con las ideas de Lorca sobre el teatro, que tiene que parecerse lo más posible a la realidad, para sacudirla y cambiarla. Es un carrusel, una montaña rusa de emociones que tiene mucho más arriba que abajo. Lástima que el triángulo Conejero-Pasqual-Lorca no se puedan conocer en persona jamás. O quizá no, quizá es mejor que se aproximen y se relacionen entre ellos a través de espectáculos tan grandes como éste.


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