Tantos esclavos, tantos enemigos
De QY Bazo, Juanma Romero y Javier G. Yagüe
Tantos esclavos, tantos enemigos es la tercera y última parte de la Trilogía Negra de la Compañía de La Cuarta Pared, y no sabemos si sigue siendo negra, pero desde luego es la menos amarga de todas, y para mí la más redonda. Cuando el quejido, por legítimo que sea, deja de ser estruendo y se convierte en ironía y la sonrisa aparece, la denuncia es para mí mucho más efectiva tanto desde el punto de vista estrictamente teatral, como social.
Con Salvador Bosch, Marina Herranz, Rosa Manteiga, Javier Pérez-Acebrón, Guillermo Sanjuan
Dirigida por Javier Yagüe
Cía La Cuarta Pared
La Cuarta Pared, Madrid
Dirigida por Javier Yagüe
Cía La Cuarta Pared
La Cuarta Pared, Madrid
La historia de un espía del CNI que tiene engañado a toda su familia diciéndoles que es actor ( y tiene que serlo ciertamente en sus inauditas misiones) documentada con miles de pruebas falsas, o totalmente inventada a partir de documentos verdaderos, que se ven ambas cosas en el escenario, nos sirve para explicar los casos más recientes de corrupción y desgobierno casi asesino que hemos vivido: el desmantelamiento de la sanidad pública o el trato a los ancianos en la pandemia entre otros muchos.
Un texto que no deja puntada sin hilo, que a pesar de sus dos horazas se pasa volando y que los maravillosos actores, que interpretan varios papeles, disfrutan haciendo y que está lleno de ocurrencias divertídisimas y geniales (la primera aparición del espía, cuando aún no sabemos que lo es, y que justamente por eso no nos acaba de cuadrar) saca frutos de un trabajo previo intenso y colaborativo.
Un texto, en que, por una vez, los malos pagan por sus pecados gracias a una serie de invisibles, que podríamos (deberíamos) ser cada uno de nosotros, colaborando y denunciando los indicios de estas barbaridades tan pronto como los veamos o se nos pida.
Corra, corran a verla, que no les queda mucho tiempo en cartelera.
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